Además, nuestras palabras tienen el poder de dar vida o de robarla. En Proverbios thirteen:3 se nos dice: «El que guarda su boca, guarda su vida; pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre». No debemos utilizar nuestras palabras para juzgar o condenar a los demás, sino para https://www.youtube.com/shorts/BtYB6XhAORw